viernes, 28 de junio de 2013
Él ganaba bien como telefonista, yo laburaba mal & ganaba peor. Yo tenía el primer papel & él el de protagonista de la historia más triste de todas las de amor. Lo fiché desde lejos moviendo su cintura & al ritmo de su cuerpo mi mirada bailó. Se rompían los espejos reflejando su hermosura, - se rompían los esquemas de mi pobre corazón - . "Dichosa si es que existe la dueña de esta perla, de esta obra de arte, de esta boca de miel" le dije & ahí no más a pesar que existía ni papel ni biromes: derechito al hotel. Supe que era casado con problemas de pareja & que no soportaba gente de mal humor. Supe que enloquecía con los besos en la oreja, que en la cama & desnudo baila mucho mejor. { Él le caía bien a todos mis sentidos }, salvo cuando la mujer era el tema de hablar; cuando su confesión lastimó mis oídos me dije "no la escuches, no te ahogues en su mar". Yo abrí de par en par las puertas de mi alma & dejé que saliera mi secreto peor; disimulando lo triste & conservando la calma le dije "aunque no creas, estoy buscando amor". - Nos rendimos los dos a fingir como tontos - que yo era su mujer & que él era mi marido pero al cabo de un tiempo yo no quería ser su esposa, él quiso volver a ser el hombre infiel. Ahora él está feliz, volvió con la idiota; yo recorro las calles buscando otro hombre & aprendí que mentirse tiene patas muy cortas, que siempre la costumbre va a matar al placer -
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